Sobre
La primera vez que Doortje viajó a Perú, a los 18 años, fue a vivir con unos misioneros durante cinco meses. Fue una experiencia que le cambió la vida. En los campamentos juveniles cristianos descubrió personalmente el amor del Señor Jesús por ella. Su amor por Dios y por Perú echó raíces cada vez más profundas a lo largo de los años en los que viajó con regularidad para visitar a sus amigos durante y después de sus estudios de psicología en los Países Bajos. Ze reisde zowel tijdens als na haar studie psychologie.
Desde el momento en que se casó, no volvió a viajar allí durante 11 años. Siguió desarrollándose en los Países Bajos y descubrió que tiene una alma pionera, por lo que le gusta conectar estratégicamente con otros para desarrollar nuevas iniciativas que contribuyan a mejorar la vida de las personas.
A medida que sus cuatro hijos crecían, surgió el deseo de volver a visitar Perú y a sus amigos. Con una visita en 2022, la aventura con Perú demostró estar lejos de terminar y se abrieron nuevos episodios.
En 2022 recibió una petición para ir a impartir formación a las madres de un proyecto de adopción de niños en la selva peruana sobre el tema del machísmo. En zonas remotas y desfavorecidas, el maltrato físico y emocional de los niños, tales como: ignorarlos, rechazarlos, darles patadas, pegarles, gritarles o insultarles, parece ser la forma de crianza. Reflexionar con los padres sobre la forma habitual de criar a los hijos y su posible efecto en la desigualdad de género y el machismo creó una apertura para empezar a conversar sobre cómo cambiar la forma de criar a los hijos.
El resultado de esta hora de entrenamiento superó las expectativas: entre el 70% y el 80% de las 125 madres empezaron a aplicar el objetivo de comportamiento a diario. En 2023, Doortje fue invitada de nuevo a impartir la misma forma de entrenamiento a 500 madres en otros cinco proyectos de adopción. Y en el 2024 impartió la capacitación a padres de familia en la montaña del Perú.
Esperamos que este enfoque en el vínculo afectivo no solo reduzca la tendencia al maltrato, sino que también aumente las oportunidades socio-emocionales del niño.